


Los jugadores saltan al terreno de juego entre los gritos de animación y entusiasmo de los aficionados. El 'YOU'LL NEVER WALK ALONE' volvía a sonar en una final de la Champions. Sin embargo, nada más comenzar el encuentro Maldini, el capitán del Milan marca el primer tanto de la noche, convirtiéndose en el jugador que más rápido ha marcado un gol en la Champions (lo metió en el minuto 1). Nadie podía creer lo que estaba sucediendo. Los sueños de los 'reds' se apagaban. A partir de este momento, el Milan se hace con el control del partido y, antes de acabar la primera parte, Crespo marca otros dos tantos (minutos 39 y 44).

Nadie sabe qué les dijo Benítez a sus jugadores en el descanso. Su inglés todavía era deficiente y con un 3-0 en el marcador la final estaba ya perdida. Según se ha podido saber recientemente en una entrevista que televisó Fiebre Maldini, el entrenador español apeló a su orgullo y les dijo que toda aquella gente había viajado desde muchos lugares diferentes sólo para estar allí y ver a su equipo en la final de la Champions. Aquellas persona todavía seguían desgañitándose con sus gritos de ánimo y de entusiasmo, por lo que habría que premiarles, al menos con un gol. Y, así, el milagro se obró.

Los jugadores de ambos conjuntos salieron al terreno de juego. El Milan aún no sospechaba lo que iba a suceder en los próximos 45 minutos. En el minuto 45, el capitán de los 'reds', Steven Gerrard marca el primer tanto. Es el comienzo de la remontada más apasionante que jamás se haya visto en el la Champions. De esta forma, el Liverpool se da cuenta de que es posible (y es que, en el fútbol, ¿qué no es posible?). Dos minutos después, Smicer, que había estado lesionado gran parte de la temporada y no estaba en el mejor momento de su carrera, apareció en el momento más oportuno marcando el segundo tanto.


Pasaron los minutos y los de Benítez no fueron capaces de marcar el cuarto gol ( ni siquiera en la prórroga) con el que se alzarían como campeones de Europa. Llega la tanda de penaltis. Mucha gente afirma que los penaltis son una lotería. No obstante, pensamos que, en el fútbol, a veces, hay una suerte de justicia poética, por la los vencedores realmente son lo0s justos campeones. Esta noche, este precepto se cumplió. Aquella noche la fatalidad, el destino, los hados..., quisieron que craks mundiales como Pirlo o Chevtchenko fallaran su tiro, marcando, para el Milan sólo Tommasson y Kaká. Por parte de los 'reds', el noruego Riise tampoco marcó. Sin embargo, Cissé, Hamann y Smicer marcaron sus penaltis. El Liverpool había vuelto a Europa y era campeón de la Champions en un partido que jamás olvidaremos. La suerte es caprichosa y el destino no quiso que el Liverpool volviera a ser campeón de Europa en la temporada 2006-2007 en otra final contra el Milan donde jugó mejor que esta noche.

No obstante, jamás podremos olvidar que la gloria y la fortuna que aquella noche sonrió a los campeones. Benítez ( que es un tipo muy grande y no sólo por su tamaño) conquistaba Europa con el resto de españoles que formaban parte del equipo, en una final con sabor español. El 'YOU'LL NEVER WALK ALONE' sonó aquella noche más fuerte que nunca. ¡Y ES QUE EL FÚTBOL PUEDE SER MUY GRANDE!